1.61 FILTRACIONES, USO DE ESTADÍSTICAS

Una forma quizás un poco burda, pero efectiva para estudiar las pérdidas de agua potable en las viviendas, de una ciudad, es usando estadísticas de consumo de una muestra representativa de usuarios del servicio de agua potable. En este caso, la muestra utilizada correspondió al 1% de los consumos de los habitantes de la ciudad para un mes en particular, considerando sólo aquellos usuarios con un promedio mensual anual de consumo sobre los 2 m3 y que a su vez hayan tenido lecturas efectivas, es decir no promedios u otras.
Ciudad: Arica
Número muestral: 624 usuarios
Promedio de consumo: 19.67 m3 en mes de mayo
Desviación estándar: 38.15 m3


Para cada usuario, se extrajo el promedio de consumo de los últimos 12 meses y su desviación estándar correspondiente.

Dado que el consumo de los usuarios depende de las características individuales de las familias, lo que se hizo fue determinar cuanto varia su consumo y dividirlo por el promedio de consumo, así  poder usar esos valores normalizados.  
Promedio de la razón entre la (desviación estándar)/(promedio de consumo individual)=0.34

En palabras simples, se considera para este análisis como normal un aumento en el consumo de un 34% por sobre el promedio anual de consumo.



Gráfico 1: Aquí se puede observar que poco menos del 50% de la población presenta una variación estándar de su consumo del orden del 30% 



Gráfico 2:En este gráfico se observa el % acumulado de la población versus la variación estándar de sus consumos normalizados . Notar que el punto naranja cercano al 70% el el punto que marca el límite entre aquellos cuya variación estándar normalizado de consumo es menor a un 34% y aquellos en que su variación es mayor a ese 34%



En conclusión.

No obstante haberse aplicado un método estimativo para determinar los excesos de consumos, se puede observar del gráfico 2, que para el período de 12 meses consecutivos, cerca del 70% de la población presenta una variación estándar de consumo de menos de un 34% correspondiente al promedio de las variaciones estándar normalizadas de la muestra, es decir si alguien consume un promedio mensual de 10m3 de agua, si un mes le sale 13,4 m3 según este análisis, estaría considerado como dentro de las variaciones mensuales esperadas de consumo, ahora bien, el problema se presenta para el 30% restante de la población, los cuales tendrían variaciones normalizadas de consumo superiores a un 34%, por ejemplo, más del 5% de la población, en el período de un año pudiera presentar una cuenta con el doble de su valor, es decir si normalmente consume 10m3, pudiese presentar algún mes una cuenta de 20 m3.
En general, se estima que el 30% de la población, en el período de un año presentaría excesos en sus consumos en el período de un año superiores a lo que se consideraría normal o lo que es igual, se esperaría que al cabo de 3,5 años, a lo menos una cuenta de cada uno de los habitantes de Arica presentaría un consumo por sobre el 34% de su consumo promedio, valor a partir del cual se consideró como una pérdida de agua de los usuarios que pudiera asociarse a una fuga. 

Ahora bien, como se indico anteriormente, este análisis no es exhaustivo y presenta varios sesgos que suavizan los resultados. Entre ellos tenemos, que se utilizó una varianza promedio, sin embargo la varianza/promedio varía con relación al consumo como se puede apreciar en este gráfico.



Gráfico 3

Aquí, se puede observar que quienes tienen un promedio de consumo menor, presentan un mayor aumento en la varianza de su consumo que aquellos que tienen un mayor consumo promedio. Esta situación es bastante lógica puesto que generalmente quienes tienen un menor consumo por lo general son viviendas que pasan mayormente sin habitantes o bien habitan adultos mayores, es decir habría menos personas pendientes en caso de que exista alguna fuga de agua. Por el contrario, los consumos promedios mayores, se asociarían a la presencia de mas personas y una mayor probabilidad de reparar una fuga mas rápido que donde hay menos personas. Del gráfico 3, se observa que usuarios que pudiesen tener un consumo promedio de 10 m3 pudieran presentar una varianza media de un 24% de su consumo (es decir un consumo máximo mensual estimado de 12.4 m3, 2,4 m3 mas de lo habitual), sin embargo, una familia que tuviese un consumo promedio de 2.33 m3, pudiese presentar una varianza estimativa media de 0.69, es decir en un mes pudiese tener un consumo un 69% mayor a su promedio, es decir 1.6 m3 mas del promedio de consumo. La variación del promedio de consumo de quien tiene un consumo medio de 2.33 m3 es 2.9 veces mayor a la varianza del consumo promedio de quien consume 10 m3 y 4.6 veces mayor que la de los que consumen 30 m3 en promedio.

Otra de las cosas que se puede observar de la nube de puntos, es que la variación observada máxima para quien consume 2.33 m3 al mes es de 3.46 veces, es decir en un mes su cuenta se incrementó en 8 m3 adicionales. La línea ploma del gráfico 3 corresponde a 2.5 veces el promedio de la variación estimada del promedio de consumo.

Otro de los elementos no considerados, fue el efecto pandemia, el cual ha hecho que durante 2 años la población haya permanecido mayormente en su vivienda, lo que les ha permitido estar mas atentos a las fugas que pudiesen ir apareciendo.

Todos los elementos mencionados, hacen necesario que se  tenga una mayor preocupación en mantener las redes internas de las viviendas en buen estado y así evitar consumos que pudiesen ser muy onerosos.